top of page

Nunca

Actualizado: 17 abr 2021

En un recorrido infame y rebuscado nos escabullimos hasta hacernos polvo. No te puedo mirar ni a los ojos, ni a la cara, ni a tus recuerdos, porque sos doloroso, porque ya no te quiero nada. Me quedé sin respiración y empecé a temblar: tu risa era inaguantable y mortuoria. Después de varias horas, el resentimiento de tu voz me demostraba aquello de lo que siempre había estado segura: no hay nadie que pueda quererte así como sos, nadie querría robarte ni una lágrima para hacerla suya cuando el ahogamiento es crudo y no expulsa. Pero creíste ser glorioso y superior. Y ahí estás, vivo de rabia y muerto más que muerto, podrido. Me duele tu perdida existencia.




25 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page