top of page

Por las calles de Sarriá

Actualizado: 28 jun 2019



Me dispuse a caminar en línea recta cuando el titubeante zig zag de mi mente comenzó a marcar el recorrido. No era la primera vez que atravesaba esas calles, aunque nunca había sentido tanto la inoportuna necesidad de hacer algo que no estuviera permitido públicamente. Decidí reír gritando -o gritar riendo-, lo más alto que pude. Sin embargo, nadie pareció inmutarse. Unas pocas personas me miraron, aturdidas, pensando que estaba poseída por la locura. Mi desahogo surtió poco efecto. Decidí entonces desprender mi camisa y desabrochar mis pantalones. Barcelona en septiembre es apenas fresca, de noche hay sólo una adorable brisa. Continúe caminando, casi desalmada. Y entonces sucedió lo inesperado. Había alguien más como yo, que caminaba en dirección opuesta. 'Cuanta coincidencia', pensé. Me acerqué aún más y me reconocí, en esa patética igualdad. En esa ridícula sensación de pertenencia por un mero, insignificante y triste acto de rebeldía. Estaba deshabitada. Nunca había sido tan cobarde.

5 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page